jueves, 28 de julio de 2011

Viajar...

Viajará asomada a la ventanilla, sudando sin notar calor, apretándose las manos sin sentir los dedos, mirando sin ver el paisaje de mediados de Agosto, amarillo y doliente. 

 
Triste y oscuro, pero silencioso.

1997

 Nadie como tu
                                                                 es capaz de compartir
                                                                              mis penas mis tristezas
                                                                  mis ganas de vivir.


En silencio y sin cruzar una palabra solamente una mirada es suficiente para hablar.

kantamelade...

Si me acompañas no tengo, por eso ni hambre ni frío, ni miedo ni sueño


                                         

Creo...

que no hay mayor soledad...


...que echar de menos a quien está sentado a tu lado.
Mis heridas me recuerdan...



                                            ...que el pasado fue real...

martes, 26 de julio de 2011

Hoy he estado pensando...

Si soy capaz de hacer una pregunta, quizá es porque en otro Universo haya una respuesta

¿Me quieres?


 Viajaremos cogidos de la mano, amor.

martes, 19 de julio de 2011

vosotros...

El libro se abrió.. un ráfaga de viento amplificada por la quiertud de la noche. 
En la oscuridad, tenía los ojos aviertos, contemplaba las palabras, las palabras en llamas arrancadas de sus frases.
En su imaginacion caminaba por una calle era verano y hacia calor, cogía a Elena de una mano y a Jesus de la otra. Pero le costaba más dirigir la conversación. 
Fue pasando los recuerdos hacia el amanecer. 
La noche le había vallado el camino.

GRACIAS POR AYUDARME A CONSEGUIR MIS ALAS.

¿Se puede robar la FELICIDAD?

Se puede.

jueves, 14 de julio de 2011

Fueron noches para olvidar y recordar...


Escribir pensando en un recuerdo, recordando un pensamiento. Escribir sintiendo las palabras, escribir sin pensar. Escribir para contar la verdad... para pasar página.
Porque voy a pasar página, lo notas... lo estoy haciendo. No voy a vivir recordando ese momento.. ¿te acuerdas de él? La vida nos cogió de la mano y nos llevo a un pueblecito
del que no recordaremos el nombre. Nos llevó lejos, pero no importó. ¿Sabes por qué?
Por que había un gesto ¿lo recuerdas?
Soy tuya decía el gesto... y era verdad.
 
Fueron noches para contar una historia no escrita.... fueron noches para escribir una historia no contada. Fueron días para enamorarse, para hacer el amor en una estrella, para mirarse a los ojos y perder el miedo a pronunciar el nombre del otro en un gemido...
Fueron noches para olvidar y recordar.

Tu alegría es la mía y tu dolor es el mio...


...Solo espero que cada día hagas de tu lucha la mía, papá.





miércoles, 13 de julio de 2011

La noche acompaña los pasos guiados por una linterna a media luz. Dos manos juntas, los dedos entrelazados y el recuerdo de un beso no muy lejano... Las estrellas sonríen.
No se atreve a mirarle. Y no sabe por qué; tal vez tiene miedo de darse cuenta de que el peor dolor es no poder compartir el dolor. Y para eso el tiempo nos les ha dejado tregua. No se atreve a mirarle pero lo hace, nota cosquillas en la espalda, sonríe y continúa.
Ya están llegando. Un beso de buenas noches y hasta mañana. Puede que mañana sea al último día o quién sabe, puede que se recuerden después de 365 noches al lado de otra persona.
Es necesario aprender a vivir en la espera y a indagar en los ojos de otro por mucho miedo que se tenga esperar una respuesta sin haber formulado ninguna pregunta. Buscar una mirada cómplice que ahuyente el miedo a pregunta. Y el miedo a saber.
Es necesario aprender a tejer una red de palabras sin pensar, solamente escribiendo con los dedos, sin pensar... sin pensar. ¿Y si no puedo?... tu puedes con todo. Tú puedes...
Y saborear los besos que le dieron y los besos que ella dio. Y aprender a dar media vuelta y alejarse de su recuerdo sin haberle recordado, alejarse de las palabra que no habían formulado y de los te quiero que no se había dicho.
Suspira y cierra los ojos, no pienses, joder, no pienses... Hazme caso, es mejor así.
Y dejar atrás las palabras que estuvieron ahí al lado dispuestas, contando el tiempo, marcando su día a día con cuentagotas. Y abandonarlas junto al recuerdo de el último te quiero dicho con sinceridad, en voz baja y desde lejos. Un te quiero a través de una llamada telefónica.
Es necesario aprender a cumplir una promesa por muy difícil que sea y por muy lejos que se esté.
Es necesario aprender a no pensar... Y no recordar. NO RECUERDES. Calla, no digas nada, ¿se lo merece?, ..., pues entonces no pienses. No pienso...
Noche sin luna, noche de estrellas. Le gustan las noches así, cuando el cielo se traza a si mismo y las estrellas parecen el retrato luminoso de una descarga de luz.
Ocho horas de viaje. Ocho horas de añorar. Ocho horas para asomarse a un recuerdo, ocho horas para sentir que le sobra la vida y le faltan los brazos. De no abrazarle. Y le faltan los labios porque le falta su boca. Le falta.
Mírame a aunque no te mire. No pienses, no recuerdes... ahora no puedes permitirte eso.
Viajará sin pensar asomada a la ventanilla, intentando no recordar, sudando sin notar calor, apretando las manos sin sentir sus dedos, mirando sin ver el paisaje de mediados de julio, amarillo y doliente, triste y oscuro, pero silencioso.
Hay que aprender a darse cuenta de que mañana puede ser el último día y puede que no regresen de un viaje que emprenderán con la esperanza de volver aunque el entusiasmo les haga creer que es posible el regreso.
No regresaran. No regresará porque no quiere pensar, porque no puede hacerlo.
Nunca.
Y sin pensar se dará cuenta de que le ha esperado, le ha esperado más tiempo del necesario, más de lo que él se merece, más de lo que nadie se merece; le ha esperado bajo el mismo sol que compartieron un día, la misma luna que hacía aclarar los mismos edificios, las mismas estrellas sonrientes, sin embargo ellos, los de entonces, ya no son los mismos.
Y ahora que ya lo ha dicho se relaja y suspira. Media sonrisa le ilumina la boca. Cierra los ojos.
Y le resbalan, ya sin pensar dos lágrimas.

Marinero en tierra...

Me siento, mar a oírte.
¿te sentarás, tú, mar, para escucharme?

Rafael Alberti.

En vano...

En vano dibujas corazones en la ventana: el caudillo del silencio
abajo, en el patio del castillo, alista soldados.
Paul Celan. 


LIBERTAD

“No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.”
Ernesto Che Guevara.


Libertad... que extrañas son las palabras que se resisten a ser pronunciadas sin que el rubor nos alcance.
Y qué extraño es llamar libertad a una carrera en la noche, al cielo raso, al monte bajo, al frío y al calor, a un pañuelo en la boca, a un fusil en la mano.
Dulce Chacón.

lunes, 11 de julio de 2011

Y en otro sitio...


por muy lejos que esté... te esperaré.

Cartas de ida y vuelta.

Permiso a los remitentes y destinatarios para abrir las cartas salidas desde donde la ternura se hace sílaba, verso o, sencillamente, palabra que, en el ir y venir, de pupila en pupila, transporta el sonido de las voces.